Uno de los tantos días que asistimos a clase de artes plásticas, Ángel hizo que nos agrupásemos para comenzar a prepararnos el trabajo que posteriormente expondríamos. Nuestro profesor decidió el orden en que iba a exponer cada grupo y la fecha en que lo haría, aquí llegó nuestra sorpresa cuando de repente nos dijo que el día 26 de octubre teníamos que ser el primer grupo en exponer, solamente teníamos una semana para prepararnos nuestra exposición. Muchos de nosotros no habíamos expuesto nunca ante la mirada de tanta gente, aunque estamos concienciados de que en un futuro no muy lejano tendremos que hacerlo mientras ejercemos nuestro trabajo como maestros, todavía no estábamos preparados para hacerlo y menos de una manera tan apresurada, la vergüenza iba en nuestra contra.
Todo comenzó nada más salir de clase cuando empezamos a pensar como desarrollábamos nuestro tema: LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN ARTISTICA.
Todo parecía fácil, ya que el tema que nos había tocado era historia y solamente teníamos que buscar información de cada época, resumirla y exponerla; pero estábamos equivocados. Al día siguiente fuimos a una tutoría y nuestro profesor nos cambio totalmente el pensamiento de trabajo que teníamos planificado, ya que el pretende que interactuemos con nuestros compañeros, consigamos atraer su atención. Todo lo que teníamos pensado hacer se derrumbó. Y volvimos a empezar de nuevo con las indicaciones que nos dio.
Dentro de nuestro propio grupo, Los Bicivoladores, nos dividimos en dos subgrupos, tres personas expondrían en clase y el resto buscaríamos la información para la exposición.
Creíamos que el poco tiempo que teníamos iba a jugar en nuestra contra, pero esto hizo que las ideas que cada uno iba teniendo se las fuésemos contando a nuestros compañeros del grupo, por absurdas que fuesen. Las mejores ideas son las que salen sin pensar demasiado…
No teníamos un lugar fijo de trabajo, podía ser la cafetería, una terraza, mientras hacíamos botellón, cada uno en su casa y comunicándonos por Internet…., ya que no era fácil conseguir agruparnos en el mismo sitio todos los integrantes, y teníamos que aprovechar cualquier momento.
Llegó el apresurado martes 26, todos estábamos nerviosos, no veíamos nuestro trabajo todo lo bien que queríamos, pero aún así fuimos decididos a hacerlo lo mejor posible.
La exposición la comenzó Mario, explicando las características más generales de cada época histórica; después siguió Marina explicando las características del siglo XIX; repentinamente Mario volvió a explicarnos el siglo XX de una manera un poco improvisada, en esta parte fue cuando realizamos un juego.
El juego consistía en que cada alumno se dibujase así mismo o a su compañero, tenían que hacerlo con la mano izquierda; fue muy divertido el rato que pasaron dibujando y a la vez así podían llegar a comprender lo que siente un niño cuando comienza a dibujar.
Finalmente nuestra exposición la acabó Pedro con una pequeña reflexión de lo que ahora mismo significa la enseñanza, lo que pueden influir en ella las nuevas tecnologías, como puede cambiar su significado y su manera de enseñarla.
Mi conclusión del trabajo es que aunque no tuvimos el suficiente tiempo y la elección para interactuar directamente con nuestros compañeros, según mi opinión , no fue la más acertada, tanto nuestro grupo como el resto de compañeros hemos aprendido algo sobre este tema, que con una explicación de las que hemos recibido toda la vida, no se si nos hubiésemos enterado de tanto contenido.
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